MENSAJES AÑO 2016-2017

MENSAJE DEL 25 DE MARZO DE 2016 MENSAJE DEL 2 DE ABRIL DE 2016 “Queridos hijos, no tengan corazones duros, cerrados y llenos de temor. Permitan a mi amor materno iluminarlos y llenénse de amor y de esperanza, para que yo, como Madre, pueda atenuar sus dolores, porque los conozco y los he experimentado. El dolor eleva y es la oración más grande. Mi Hijo ama de manera especial a los que padecen dolores. Él me ha enviado para que se los atenúe y traerles esperanza. ¡Confíen en Él! Sé que para ustedes es difícil, porque a su alrededor ven cada vez más tiniebla. Hijos míos, es necesario aniquilarla con la oración y el amor. Quien ora y ama no teme, tiene esperanza y amor misericordioso. Ve la luz, ve a mi Hijo. Como apóstoles míos, los llamo para que intenten ser ejemplo de amor misericordioso y de esperanza. Siempre vuelvan a orar para tener el mayor amor posible, porque el amor misericordioso porta la luz que aniquila toda tiniebla, porta mi Hijo. No tengan miedo, no están solos: Yo estoy con ustedes. Les pido que oren por sus pastores, para que en todo momento tengan amor, y actúen con amor hacia Mi Hijo, por medio de Él y en memoria de Él. ¡Les doy las gracias!” MENSAJE DEL 25 DE ABRIL DE 2016 MENSAJE DEL 2 DE MAYO DE 2016 “Hijos míos, mi Corazón materno desea vuestra sincera conversión y fe firme para que podáis transmitir el amor y la paz a todos aquellos que os rodean. Pero, hijos míos, no lo olvidéis: cada uno de vosotros es un mundo único ante el Padre Celestial; por eso, permitid que la obra incesante del Espíritu Santo actúe en vosotros. Sed, hijos míos, espiritualmente puros. En la espiritualidad está la belleza: todo lo que es espiritual está vivo y es muy hermoso. No olvidéis que en la Eucaristía, que es el corazón de la fe, mi Hijo está siempre con vosotros, viene a vosotros y parte el pan con vosotros porque, hijos míos, Él ha muerto por vosotros, ha resucitado y viene nuevamente. Estas palabras mías vosotros las conocéis porque son la verdad y la verdad no cambia; solo que muchos hijos míos la han olvidado. Hijos míos, mis palabras no son ni antiguas ni nuevas, son eternas. Por eso os invito, hijos míos, a mirar bien los signos de los tiempos, a recoger las cruces despedazadas y a ser apóstoles de la Revelación. ¡Os doy las gracias!” 25 DE MAYO DE 2017 25 de junio de 2017 25 de julio de 2017 25 de agosto de 2017 25 de septiembre de 2017

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